El patio trasero es el espacio donde se gestan las chingaderas desde lo artístico: experimentación visual, ilustración, pintura, instalaciones, objetos y cualquier otra forma que nazca de la necesidad de crear sin filtro.
Es el rincón desordenado, caótico, a veces incomprensible, pero profundamente honesto del estudio.
¿Qué sucede aquí?
No hay una metodología fija.
Algunas cosas funcionan, otras no. Y eso también es parte del proceso.
Aquí no se está frente a una pantalla todo el tiempo: hay trabajo manual, pruebas fallidas, ideas que no llegan a nada y otras que toman forma.
Aunque el proceso puede parecer caótico, el resultado no lo es: cada proyecto se trabaja con atención, detalle y una búsqueda constante por lo que tiene sentido.
soto está detrás del patio.
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